E
l uso de la tecnología de simulación, la realidad virtual y la inteligencia artificial no se circunscribe únicamente al entrenamiento de pilotos. Hoy en día, casi todos los miembros de la cadena de valor de la industria aérea pueden recibir sus entrenamientos a distancia, facilitando el aprendizaje y reduciendo los costos, desde las tripulaciones de cabina y los técnicos encargados de pintar aviones hasta los conductores de los vehículos que dan apoyo en tierra a las aeronaves.
“El uso de simulación aérea para recrear la evacuación de emergencias es uno de nuestros productos más utilizados a nivel mundial, porque es imposible reproducir la evacuación de pasajeros y el control de la multitud en un centro tradicional de entrenamiento, además de que no puedes llenar un avión con 200 personas y prenderle fuego en la vida real para entrenar a los tripulantes; en la realidad virtual sí puedes hacerlo”, explica Luca Chittaro, profesor del Departamento de Matemáticas, Informática y Física de la Universidad de Údine, Italia y cofundador de Avietra, empresa encargada de ofrecer entrenamiento utilizando aplicaciones móviles, realidad virtual y tecnología persuasiva.
Sergio Domínguez, director de Comunicación y Marketing en Simloc y FlightLevel, opina de manera similar, señalando que, en términos de costos económicos para las líneas aéreas, el coste de las prácticas es mucho menor que en un avión real. “Se realizan en un entorno seguro y controlado donde se simulan todo tipo de incidentes tales como fuego, humos, reanimación de personas y salidas de emergencia, entre otros”, apunta.
Y es que, de acuerdo con investigaciones realizadas por la universidad de Údine, las soluciones de realidad virtual muestran mejores resultados en términos de aprendizaje, compromiso y retención de las competencias adquiridas en comparación con los materiales tradicionales de escuela.
Estos resultados aplican también para otras áreas de la industria aérea. Por ejemplo, los técnicos de mantenimiento y pintores de aviones también se benefician del uso de simuladores. Hay varias empresas a nivel mundial, desde Swiss Aviation Training hasta Airbus que ya han desarrollado soluciones basadas en realidad virtual, escenarios tridimensionales y con base en experiencias previas reales, con lo que pueden implementar cursos de entrenamiento para ingenieros y mecánicos en los que pueden aprender una gran variedad de tareas de mantenimiento. Estas soluciones virtuales abaratan costos, facilitan el entrenamiento de futuros profesionales de la aviación y permiten un seguimiento más cercano del aprendizaje de cada estudiante, mediante la recolección de datos.
“El uso de simulación aérea para recrear la evacuación de emergencias es uno de nuestros productos más utilizados a nivel mundial, porque es imposible reproducir la evacuación de pasajeros y el control de la multitud en un centro tradicional de entrenamiento, además de que no puedes llenar un avión con 200 personas y prenderle fuego en la vida real”.
En Estados Unidos, la empresa F3 Solutions, en colaboración con el ejército de este país, ha desarrollado, por ejemplo, un simulador que sirve para formar a los técnicos encargados de pintar aviones, el cual consiste básicamente en que, con unas gafas de realidad virtual, y equipados con las pistolas que utilizan para pintar los aviones, los especialistas pueden practicar la técnica que necesitarán después cuando trabajen en los hangares.
“Me está ayudando a apuntalar las habilidades que he aprendido estos años trabajando aquí. Creo que será una clase que beneficiará a los nuevos pintores que vengan aquí y que ayudará a los más
experimentados a apuntalar y mejorar sus habilidades. Creo que esta es una buena clase para nuestro futuro”, señala Derek Guantry, uno de los pintores de aeronaves que ha tomado este curso de F3 Solutions, en un video publicado por la Base de la Fuerza Aérea en Robins, Estados Unidos.
Imagen del simulador utilizado para la pintura de aeronaves. Foto: US Air Force / Joseph Mather.
Si hay un área en la que el uso de simulación aérea ha tenido un boom en los últimos años es en el ámbito de los sistemas aéreos no tripulados, particularmente en el área militar.
“En el ámbito militar hay un desarrollo bastante más amplio de estos sistemas, se está fomentando muchísimo y no solamente se trata de practicar destrezas, que es lo que se principalmente hacemos en los simuladores civiles de drones, sino que vamos más allá y ya intentamos trabajar dentro de entornos operativos, creando escenarios tácticos, donde podemos hacer uso de estos uniéndolos a aviones tripulados o trabajando varios sistemas no tripulados en un mismo escenario”, comenta Jerónimo Vicente, experto en UAS y piloto de Skydweller.
El área comercial de los drones también ha aprovechado las bondades que ofrece la simulación aérea para detonar su potencial económico. Luis Salazar Brehm, especialista en materia de drones con base en México, indica que los usuarios pueden aprender a sacarle el máximo provecho a sus vehículos aéreos no tripulados con el uso de la simulación. En ellos es posible recrear condiciones ambientales y configurarlos para una amplia gama de escenarios: «Se pueden simular aterrizajes, despegues y actividades con aplicaciones reales en la vida cotidiana como la inspección de aerogeneradores, ductos de petróleo y gas. El objetivo es aprender a analizar los datos que se obtienen, mientras el dron vuela de manera autónoma».
Esto ha permitido que la industria de los drones crezca de manera importante apoyando en procesos de inspección en sectores tan diversos como el ganadero, minero, petrolífero, de construcción, y más.
Sin embargo, hay un mundo en el que la simulación aérea también ha entrado con fuerza en los últimos años y en el que participan tanto los profesionales más experimentados como los jóvenes recién llegados al sector: los simuladores amateurs, donde hay para todos los gustos, desde el popularísimo Flight Simulator de Microsoft hasta opciones realmente especializadas, dirigidas a un público limitadísimo, como el Glide Sim Pro, que permite el entrenamiento en un simulador ultrarrealista de vuelo de planeador.